Ciencia y espiritualidad
Análisis y síntesis
Extracto de la Colección Sinopsis – Volumen
3 |
Este es un tema de reflexión para los
científicos y los investigadores, sea cual sea su campo,
pues todos tienen demasiada tendencia a especializarse… …No
se puede negar que la especialización es la causa de progresos
fantásticos. Para profundizar sus conocimientos en un ámbito,
los científicos deben limitar su campo de investigación.
Sí, pero luego es importante que sepan ver las conexiones
que unen el tema que estudian con la totalidad de las existencias.
Sin embargo, ¿qué hacen? Separan una pequeña
corteza del Árbol Cósmico y, cuando la han pesado
y examinado bien, escriben libros o reúnen algunos centenares
de personas, sus colegas, sus estudiantes, para presentarles
los resultados de sus investigaciones. Y a esto es a lo que llaman «ciencia».
Pero una vez que ese trozo ha sido cortado, en cierta forma, ¡está muerto!
Puesto que está separado de la vida universal, está muerto… Por
esa razón, algún día, los científicos
se verán obligados a admitir que, con su manera de proceder,
han contribuido enormemente a la mala comprensión de este
conjunto que es la vida, y se sentirán avergonzados. Claro
está, cuando enumeran las particularidades de un mineral,
de una planta o de un animal, no hay nada que reprocharles. Pero
aunque sea exacto lo que dicen, eso sólo representa un
fragmento de la realidad. Para tener una visión completa,
es necesario que relacionen el objeto de su estudio con la vida
cósmica que emana, vibra, irradia…
…Compréndanme bien, no se trata de criticar o
negar los descubrimientos científicos; el problema no
está ahí, se encuentra en la cabeza de los investigadores,
en su actitud hacia la vida, en su incapacidad para enlazar sus
temas de estudio con el conjunto de la vida. Dan demasiada importancia
al análisis y hacen poco caso a la síntesis. Ahora
bien, ¿qué es el análisis? Un descenso a
la materia. ¿Y la síntesis? Un ascenso hacia el
espíritu. Cuanto más nos elevamos más perdemos
el detalle de los seres y de las cosas, pero descubrimos mejor
la relación que existe entre ellos y nos dirigimos así hacia
el verdadero saber. El saber consiste en mirar desde el punto
de vista más elevado a fin de tener una visión
de la totalidad…
… Sin embargo, ¿qué hace la ciencia? trabaja
cada vez más con el análisis: descubre partículas
de la materia cada vez más minúsculas, descompone,
desmiembra, desintegra… Pero lo más grave es que
los investigadores han terminado aplicando al ser humano los
métodos de investigación que emplean para estudiar
la materia.
…En realidad lo más grave aún es que los
métodos analíticos a los que recurren los científicos
en sus disciplinas, creen poder extenderlos a todos los ámbitos,
incluida la religión.
La ciencia y la religión no están hechas para
combatirse, sino para completarse. Además, no es la ciencia
la que combate la religión o inversamente: son los científicos
y los religiosos los que se enfrentan en nombre de una concepción
errónea del ser humano. Se puede decir, en dos palabras,
que los religiosos quieren que triunfe el corazón, y los
científicos el intelecto, ya que consideran que estos
dos factores se oponen. Esto prueba simplemente que no saben
cómo ha concebido Dios al universo y al hombre. Dios ha
creado al hombre para que sea al mismo tiempo un religioso y
un sabio…
…Así pues, que quede claro: al igual que, a pesar
de todos sus esfuerzos, la religión no ha podido oponerse
al desarrollo de la ciencia, la ciencia tampoco podrá eliminar
la religión. |
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El mundo objetivo no lo es todo
Pensamiento del 29 de abril de 2003 |
Un científico os dirá que sólo admite como
cierto y digno de interés lo que ha podido observar, calcular,
medir, pesar, comparar, clasificar; todo lo demás es dudoso
y debe ser dejado de lado. Muy bien, pero eso reduce enormemente
su campo de consciencia. Ya que los dos tercios (digamos dos tercios)
de la existencia humana se emplean en actividades que nadie pesa
ni mide. Pues sí, dos tercios del tiempo, se vive, es todo.
Y si esta vida no merece ni atención ni interés,
uno se pregunta por qué un científico sigue viviendo.
Respira, come, bebe, duerme, camina, tiene pensamientos, sentimientos,
sensaciones, deseos, se encuentra con personas, habla con ellas,
incluso las abraza, y no se pregunta si hace todo eso científicamente. ¿Cómo
es que acepta vivir una vida no científica? ¡No debería
hacerlo! |
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Explorar el mundo subjetivo
Pensamiento del 4 de abril de 2002 |
Los científicos han decidido limitar sus investigaciones
al mundo objetivo, material, porque puede percibirse por todos
de la misma manera; dejan de lado el mundo psíquico, subjetivo,
bajo pretexto de que es variable, sutil, y por tanto más
difícil de captar y de medir para establecer clasificaciones
en él. Claro está, para el estudio de la vida psíquica,
para la observación de los movimientos del alma y del espíritu
se necesitarían aparatos que nadie es aún capaz de
poner a punto; ¿pero es esto una razón para negar
la posibilidad o incluso el interés de tal estudio? |
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Responsabilidades de la Iglesia y de la ciencia
Pensamiento del 26 de junio de 2004 |
Frecuentemente ciertas personalidades se muestran indignadas
por el hecho de que, aún en nuestra época, los humanos
no se hayan desprendido de creencias religiosas calificadas como
irracionales. Incluso nos vemos obligados a constatar que tras
un periodo de materialismo, de predominio de la ciencia, cada vez
más gente se vuelve de nuevo hacia la religión, la
espiritualidad, el misticismo, y que esta tendencia a veces adopta
formas totalmente confusas e insensatas. Incluso las autoridades
religiosas se inquietan, porque se sienten desbordadas por estas
nuevas corrientes que no consiguen controlar. Pues bien, la responsabilidad
de esta situación recae en los propios religiosos que estaban
más preocupados en extender el dominio de la Iglesia que
en responder a las verdaderas necesidades de las almas y de los
espíritus. Pero recae igualmente en los científicos
y en sus filosofías materialistas que dejan a la gente tan
hambrienta y sedienta. Por tanto, que unos y otros dejen de lamentarse
por una situación que ellos mismos han contribuido a crear.
Que más bien intenten ver juntos como pueden ponerle remedio. |
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