Precisiones sobre el nombre Fraternidad Blanca Universal

Este nombre suscita interrogantes por parte de las personas que creen ver, en el término “Blanca”, una connotación racista. Los otros dos términos “Fraternidad” y “Universal” deberían eliminar toda ambigüedad al respecto.

Fraternidad: significa que esta enseñanza se dirige a la comunidad de los hombres de toda la Tierra, cuya predestinación es vivir juntos como los hijos de un mismo creador: Dios.

Blanca: este término debe ser comprendido simbólicamente. Hace referencia a la luz blanca, símbolo espiritual por excelencia, que es la síntesis de todos los colores (tal como lo revela su descomposición con el prisma), colores que la tradición mística considera como las manifestaciones de las virtudes del alma.

Extractos del artículo 1 de los estatutos de la asociación Fraternidad Blanca Universal: «en la denominación “Fraternidad Blanca Universal” el término “blanca” no hace referencia en absoluto al color de la piel propio de una raza.

De la misma forma que el color blanco es la síntesis de todos los colores, la idea de “Fraternidad Blanca Universal”, que es intemporal, concierne a todos los hombres sin excepción. Esta idea les invita a realizar sobre toda la Tierra una vida fraternal, armoniosa, respetando cada raza, cada religión, cada nacionalidad.»

Universal: por su estructura psíquica, el hombre, creado a imagen de Dios, es capaz de elevar y de ensanchar su consciencia hasta una concepción universal de la vida.

El nombre “Fraternidad Blanca Universal” representa pues, por sí mismo, un programa.

Su enseñanza es esencialmente una psicología y una pedagogía que permiten a cada uno hacer un trabajo sobre sí mismo, gracias al cual siente verdaderamente que se convierte en hermano de todos los hombres, hijos de Dios, y habitante consciente de esta inmensa morada que es el universo.

La religión de Cristo adaptada a nuestra época

Pensamiento del 1
de noviembre de 2002

El que trabaja con los principios de Cristo, principios que son eternos, inmutables, pertenece a la verdadera Fraternidad Blanca Universal. No destruye nada, no aporta una nueva religión, no, pero abandona formas que, a lo largo de los siglos, han perdido su significado. El que se aferra a la forma revela solamente que no ha comprendido los principios. Se imagina que la forma lo salvará… No, pues en la forma, uno se duerme. Para evolucionar no hay que contar tanto con las formas, sino trabajar con los principios. En su segunda epístola a los Corintios San Pablo escribe: “La letra mata y el espíritu vivifica”. Es la pereza la que empuja a los humanos a aferrarse a la letra, a la forma. Pero periódicamente el espíritu rompe las formas para renovarlas, pues ya no se reconoce en ellas. La Fraternidad Blanca Universal no es por tanto una nueva religión, es la religión de Cristo, pero presentada bajo una forma adaptada a nuestra época.

Fraternidad y colectividad

Pensamiento del 29
de abril de 2001

Colectivo no significa fraternal. Una colectividad no es todavía una fraternidad. Una colectividad es una reunión de personas que puede que no tengan ninguna relación entre ellas. Consideren un pueblo, consideren una ciudad, es una colectividad, claro está, pero la gente que está ahí, ¿acaso se conocen, acaso se aman, acaso trabajan conscientemente por los demás con amor? No, la mayoría vive sin tener consciencia de la realidad de los lazos que deberían unirles, por lo tanto no forman todavía una fraternidad. Una fraternidad es una colectividad que posee una consciencia amplia, luminosa, una colectividad en la que los miembros están unidos entre sí y trabajan, no solamente los unos para los otros, sino incluso por el mundo entero. Una verdadera fraternidad es una colectividad que posee una consciencia universal.
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