Las actividades creativas

En la Enseñanza de la Fraternidad Blanca Universal se aprecia particularmente el arte en sus diversas formas, pintura, teatro, danza, etc.


Representación teatral de una obra de William Shakespeare

Regularmente se organizan talleres y manifestaciones artísticas: conciertos, exposiciones, representaciones teatrales…


Taller artístico durante el congreso de verano en el Bonfin

Las leyes de la verdadera creación artística son las leyes de la creación espiritual.

Al realizar su obra, el artista emprende un trabajo de regeneración interior idéntico al del espiritualista, mientras que, con sus esfuerzos hacia la perfección, el espiritualista lleva a cabo sobre sí mismo un trabajo de creación idéntico al del artista…

La misión del arte

Pensamiento del 12 de julio de 2001

En el pasado, muchos artistas recibían la enseñanza de una Escuela iniciática: allí se les revelaba cómo elevarse a las regiones superiores para captar formas, colores, sonidos. Cuando conseguían expresar en sus obras lo que habían recibido en sus meditaciones, en sus contemplaciones, estas obras actuaban en los humanos inspirándoles el deseo de tomar el mismo camino hacia las alturas. Por eso, desde hace siglos, estas creaciones aún actúan en nosotros. Ahora los artistas salen de las Academias con todo tipo de diplomas, pero no conocen ninguna ley iniciática y elaboran todo tipo de teorías para explicar, por ejemplo, que su arte “abstracto” contiene una filosofía, un pensamiento que la mayoría de la gente no puede comprender. Ustedes miran un cuadro, lo giran en todos los sentidos… ¿Qué contiene? ¿Qué expresa? Nada, idioteces, algo absurdo. Los mismos artistas ya no saben qué es el arte, cuál es su papel, su misión. Y sin embargo, es simple, se puede resumir en dos palabras: la misión del arte es inspirar a los humanos para hacerles volver a su patria celestial.

Hacer de nuestra vida una obra de arte

Pensamiento del 28 de diciembre de 2004

Cuando nos encontramos con artistas: pintores, poetas, músicos, cuyas obras apreciamos, a menudo nos asombramos al descubrir que su persona y su comportamiento están totalmente desprovistos de lo que da belleza a sus creaciones: no desprenden ni luz, ni poesía, ni armonía… ¿Por qué? Porque la mayoría de los artistas se contentan con crear, con una materia externa a ellos, obras externas a ellos; concentran sus esfuerzos en esta materia externa. Pues bien, es insuficiente, el arte no debe ser confinado solamente a las obras, también debe estar en la vida. El verdadero artista es aquél capaz de considerarse a sí mismo como materia de su creación. Todos los métodos de la vida espiritual están a nuestra disposición para ayudarnos e inspirarnos en esta tarea. Sí, en primer lugar es en nosotros donde debemos crear la poesía y la música, formas y movimientos armoniosos, colores bellos, para que todos los seres a nuestro alrededor, en los mundos visible e invisible, puedan beneficiarse de ello.

El arte que salvará al mundo

Pensamiento del 7 de marzo de 2002

Actualmente a cualquier cacofonía se le llama música, a cualquier garabato se le llama pintura y a cualquier galimatías poesía. ¿Qué se puede esperar de un arte así? Y sin embargo, es el arte el que salvará al mundo, un arte consciente, instruido en las verdades de la Ciencia iniciática. ¿Pero cómo podemos saber lo que es un verdadero artista si al primer extravagante que llega se le designa bajo este nombre? Un verdadero artista es el intérprete de la filosofía, de la ciencia y de la religión. Pues ser artista es realizar en el plano físico lo que la inteligencia concibe como justo y verdadero, y lo que el corazón siente como bueno, a fin de que el mundo superior descienda para manifestarse en la materia. El artista perfecto es el que ha sabido poner orden y razón en sus pensamientos, introducir la paz y el amor en su corazón, y así, todo lo que realiza es bello y armonioso.
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