Durante 49 años, el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov ha dado casi 5000 conferencias. Siempre de forma inspirada y sin notas, expresándose en francés y de vez en cuando en inglés, enseñó esencialmente en Francia (en el Centro de Izgrev en Sèvres y en el Centro del Bonfin en Fréjus), pero también en numerosos países, tales como Suiza, Canadá, Estados Unidos, Países Escandinavos…
Transmitió su enseñanza oralmente; sus obras han sido y son siempre redactadas por una discípula a quien él confió esta tarea desde 1969, a partir de notas estenografiadas y de las grabaciones audio y vídeo de sus conferencias.
Estas obras, en venta en numerosas librerías, son editadas y difundidas por la Editorial Prosveta y están igualmente disponibles en centenares de bibliotecas públicas y universitarias.
Traducido progresivamente a más de 30 idiomas, Omraam Mikhaël Aïvanhov es uno de los filósofos franceses más leídos y traducidos en el mundo. Su enseñanza aborda los temas más diversos. En esta sección encontrarán extractos de conferencias que tratan algunos temas claves. Esto sólo representa una ínfima parte de lo extenso de su enseñanza.

« La Enseñanza de la Fraternidad Blanca Universal no predica el abandono del mundo y de la vida en sociedad para consagrar todo nuestro tiempo a la meditación y a la oración. Otras enseñanzas lo han hecho y tenían sus razones para ello. Pero el objetivo de la Enseñanza de la Fraternidad Blanca Universal es diferente, su tarea es diferente: no se trata de ganar algunas personas y de llevarlas por un camino puramente espiritual y místico; quiere alcanzar al mundo entero, implicar al mundo entero, y no se puede implicar al mundo entero en un camino que sólo es para algunos. Y puesto que su objetivo es diferente, sus métodos también son diferentes. Es deseable que todos puedan trabajar, fundar una familia y manifestarse como seres sociales; pero al mismo tiempo, también es necesario que tengan una disciplina, métodos para mejorar esta vida familiar y social. ¡Cuantos están aún en el punto en que, si se lanzan a la vida espiritual, abandonan sus asuntos, y si se ocupan de sus asuntos, olvidan la vida espiritual! Pues no, los dos, hay que reunir los dos. »